En los Estados Unidos se presentan más tornados que en cualquier otro
país: unas cuatro veces más que los que se estima que se forman en toda
Europa, sin incluir trombas marinas. Esto se debe principalmente a la geografía única del continente americano. America del Norte es relativamente grande y se extiende desde la zona intertropical hasta las áreas árticas,
y no cuenta con una cadena montañosa importante que vaya de este a
oeste y que bloquee el flujo de aire entre estas dos zonas. En las
latitudes centrales, donde ocurren la mayor parte de los tornados, las Montañas Rocosas bloquean la humedad y el flujo atmosférico, permitiendo que exista aire más seco en los niveles intermedios de la tropósfera, y causando la formación de un área con presión baja al este de dichas montañas. Un incremento en el flujo de aire desde las Rocosas propicia la formación de una línea seca cuando el flujo es fuerte en los niveles superiores, mientras el golfo de México, al este, proporciona abundante humedad en los niveles bajos de la atmósfera.
Esta topografía única provoca muchas colisiones de aire cálido con aire
frío, que son las condiciones que crean tormentas fuertes y duraderas.
Una gran parte de estos tornados se forman en dicha área del centro de
los Estados Unidos entre las Rocosas y el golfo, conocida como Tornado Alley
Un remolino de vapor, en inglés llamado steam devil («diablo de vapor») es un término que se utiliza para describir a una corriente ascendente en rotación que implica vapor o humo. Un remolino de vapor es muy raro, pero se forma principalmente a partir de humo emitido por las chimeneas de una central de energia. Las aguas termales y los desiertos también pueden ser zonas aptas para la formación de un remolino de vapor. Este fenómeno puede ocurrir sobre el agua, cuando el frío aire ártico se encuentra con agua relativamente cálida.
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